We knew we only had a little while… Adiós, Maccabees


Ya van 4 días desde que supimos la noticia, pero no nos abandona el asombro. The Maccabees anunciaron su separación en uno de los anuncios más sorprendentes que haya tenido el mundo de la música en los últimos años. Sin una razón aparente, y pocos días después de ser headliners de un festival por primera vez (Latitude, el más grande entre los festivales de tamaño medio en el Reino Unido), en la cúspide de su popularidad, la banda dice adiós.

Formados en 2004 en Londres, The Maccabees formaron parte de esa camada de bandas indie fuertemente influenciadas por el rock de los 90, el sonido de The Strokes y el rápido ascenso e implosión de The Libertines, y la posterior aparición de los Arctic Monkeys. Como en el britpop a mediados de los 90, el indie-rock de mediados de los noughties fue una escena que causó mucha expectativa y que poco a poco fue desapareciendo, hasta ser ahora frecuente objeto de burlas y críticas por la misma prensa británica que la creó.  Algo que no se puede entender, ya que esa explosión de bandas entre 2004-2007 es lo último emocionante que le ha pasado a la música británica.

La banda liderada por Orlando Weeks y los hermanos Felix y Hugo White fue, en un principio, catalogada como una más de esas bandas, aunque siempre se adivinaba que tenían más armas que sólo tres acordes en la guitarra, un bajo y una batería. Después de superar expectativas con su disco debut, Colour It In,  y hacer el casi tradicional cambio de baterista, la banda demostró que estaba para más cosas con su segundo disco, Wall of Arms.

Y es que una característica de The Maccabees fue esa pequeña evolución que iban mostrando disco a disco. Lo suficiente para no sonar exactamente igual a lo anterior, pero no tanto como para llamarlo un cambio radical. Siempre ajustando, afinando, sorprendiendo y ganando más fans con cada disco y también mayor apreciación de la crítica, par de elementos que rara vez suelen ir de la mano.

Así es como en 2012 llegaría Given To The Wild, el primer disco con el que quebraban el top 10 de las listas británicas, entrando en el número 4, que les daría más reconocimiento internacional y que los cimentaba como una banda que había escapado de su nicho inicial, y había sobrevivido a varios de sus contemporáneos, que ya se habían separado o para estas alturas arrastraban sus penas.

Para el 2015 llega Marks To Prove It. Afianzados como una de las bandas más consistentes y aclamadas del Reino Unido, no fue sorpresa para nadie cuando el disco llegaba al número 1 de las listas británicas, algo que años atrás parecía impensable. De nuevo, la banda mostraba su evolución, lenta pero segura, con canciones más maduras, que sonaban tanto a ellos, pero que si comparamos con la banda que cantaba Latchmere hace una década atrás, poco tenía que ver. Y sin embargo, no fue fácil. Ellos mismos comentaban que durante las grabaciones del disco hubo momentos difíciles, sobre todo al principio, hasta que lograron grabar satisfactoriamente Spit It Out.

Canción muy significativa, porque la banda la mencionó mucho como la canción sobre la cual giraba el disco, la canción más completa que ellos sentían que habían hecho y si, probablemente también la más compleja, la más alejada de aquella banda que nos dió Toothpaste Kisses. Lenta en un principio, buscando su camino con paso lento pero seguro, Spit It Out es casi una metáfora de lo que había sido la banda, y mostraba su lado más creativo, pero tal vez, sin darnos cuenta, nos decían lo que pasaba.  It’s gonna get easier, somehow, parecía casi implorar Orlando.  Pero al final todo se quedaba en un lamento. What are we doing now? 

What are we doing now?

Spit It Out no fue solo el último single de Marks To Prove It. Fue el último single en la carrera de The Maccabees.

2016 parecía encumbrar a The Maccabees. Tours vendidos por todos lados, apreciación por aquí, y por allá, portadas en el NME, recomendaciones de su gran amiga Adele, el ya mencionado lugar como headliners de Latitude, parecía que el próximo paso eran arenas, estadios, el mundo. Pero todo se acabó de un momento para otro. Aunque ellos juran que no, ¿habrá habido problemas en el grupo? ¿será el reciente lanzamiento de Yala! Records, el sello disquero de Felix White (donde también participan su hermano Hugo y Sam Doyle) la manzana de la discordia? ¿Querrá Orlando Weeks una carrera solista? O tal vez puede ser, que como ellos dijeron, estaban en la cima de su creatividad y se encontraron con que ir más allá, dar el último paso hacia los millones de discos podría significar la pérdida de autenticidad, como le ha sucedido a bandas similares antes de ellos, y prefirieron cortar por lo sano antes de dar un paso en falso.

O tal vez… nunca lo sabremos. Lo único que sabemos ahora es que ya van 4 días de que anunciaron la noticia, y no nos abandona el asombro. Solo queda decir gracias por la música, por los conciertos, por aquella vez que los encontramos caminando en el Corona Capital y fueron las personas más cordiales del mundo. Gracias. Adiós.

We will always Love You Better.

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