This Fire is out of control – Glastonbury 2009 Parte 5

El sabado todavía no terminaba y demostró ser un día muy prolífico, ya que después de Kasabian, corrimos al John Peel Stage para ver a White Lies. Esta presentación fue muy superior a la que dieron en el Other Stage, estaban menos nerviosos y al ser una carpa, el sonido se encerraba un poco más y el volúmen era mejor. Además, la gran mayoría de los asistentes iban a verlos a ellos, por lo que las canciones eran mucho más coreadas lo cual también se reflejaba en el ánimo de la banda, que tenían mucho más energía a pesar de que ya llevaban unos cuantos días en el festival. El setlist fue casi idéntico que en el Other Stage aunque le aumentaron ahí un par de b-sides además de un cover de The Rip de Portishead. Cerraron con Death, al igual que el día anterior, y puedo decir sin duda que fue uno de los 5 mejores momentos que viví en el festival. Ya para ese momento, la carpa estaba un poco más vacía porque varios se habían ido a ver a Bruce Springsteen, aunque llegaban varios veteranos que iban mas que nada por Echo And The Bunnymen. Otros más, incluidos nosotros, dejaban la carpa acabando la presentación de White Lies para terminar el día viendo a Franz Ferdinand de headliners del Other Stage.

La verdad, yo no tenía muchas expectación de ver a Franz. Ya los había visto dos veces en México, y su último disco no me pareció tan bueno, además de que parece momento estabamos molidos. Extendimos un pequeño tapete que habíamos comprado (de esos estilo pic-nic) y nos quedamos ahí, sin botas, viendo a Franz Ferdinand. Poco tiempo duramos sentados ya que la música proveniente del escenario rápidamente nos puso de nuevo de pie, y es que pase lo que pase en sus discos, Franz siguen siendo una gran fuerza en vivo. Te hacen bailar, cantar, y sacar energías de donde ya no tienes, y a pesar de que había muchos artistas más en varios escenarios, y que el frío ya empezaba a sentirse fuerte en la granja, fácil más de 30,000 personas se encontraban ahí cantando y bailando al son que Alex Kapranos y compañía decían. Que era muy variado, ya que así como tocaban un hit, tocaban una nueva larguísima, y luego algún hit muy cambiado de hasta diez minutos, como This Fire por ejemplo.

Después de una jornada muy larga y agotadora, pero altamente satisfactoria, regresamos al campamento. En el camino, pasamos una vez mas por la zona de tipis, encontrandonos con uno convertido en tienda donde unos hippies vendían chocolate, thés varios, y crepas preparadas al momento. Y vaya que preparadas al momento porque tardaron más de media hora en darnos dos, pero bastante buenas. El que quisiera podía quedarse ahí a comer y platicar, solo que sin zapatos. Una de las muestras de las cosas raras y maravillosas que te puedes encontrar en Glasto sin que siquiera te lo propongas.

El día siguiente empezó temprano. Goodbooks, banda originaria de Kent que sacaron hace un par de años su disco debut, Control, eran los encargados de abrir el John Peel Stage el domingo, por lo que había que llegar a verlos. Además, era su último concierto en la historia, ya que habían anunciado su separación días antes y no era como que opción perderselos. Llegar al John Peel Stage desde donde estabamos requería casi una hora, aunque como todavía había buen clima y todos seguían o dormidos o ya preparando sus cosas para irse, logramos llegar en poco más de media hora. El grupo empezó su presentación con Passchendaele, en mi opinión su mejor canción, y se les vió en general animados y muy activos, y sin mencionar nunca que sería su último concierto, que termino con la que tal vez fue su hit mas grande, Leni.

De ahí, caminamos un poco para ir al Other Stage a ver a The Boxer Rebellion. Esta banda, con dos discos en su haber, tomo fuerza a principos de año, cuando su disco Union logro entrar al top 10 de iTunes, sorprendente tomando en cuenta que lo lanzaron ellos mismos sin disquera alguna y por lo tanto, con una promoción casi escasa. No fue sorprendente ya que se escucha el disco, porque la verdad es que es muy bueno. En vivo se puede decir que cumplieron, la audiencia a tan temprana hora no era mucha pero ellos se ve que se divertían en el escenario. Lo único malo fue que, al haber poca gente a esa hora, llegamos hasta adelante del Other Stage y fuimos recibidos por un olor digno de la peor alcantarilla que conozcan en su ciudad. En realidad era malo el olor, denotando que mucha gente que se pasa horas pegados a la barra de los escenarios no logra llegar a un retrete. Tuvimos que quitarnos de ahí eventualmente, pero bien por The Boxer Rebellion.

De ahí, fuimos al muy querido Queen’s Head, para ver a los muchachos de Two Door Cinema Club. Ellos tienen la particularidad de que no tienen baterista, por lo que todas las percusiones vienen directamente de una mac previamente programada, por lo que se ve que tienen muy ensayado su set, para que nada falle. Por desgracia, a ellos fue a unos de los que yo vi que más les falló el sonido, en cierto momento pasando mas de 5 minutos sin tocar porque de plano un amplificador pasó a mejor vida. Su set fue bueno, corto y se ve que les falta por aprender, pero fue disfrutable y además tienen ya su buena legión de fans, pocos pero leales. Hicieron bailar a la gente con su único hit hasta ahora, Something Good Can Work.