Una vez que Feeder terminaron su contrato con Echo, y a pesar de tener ofertas de otros sellos, decidieron regresar a la independencia. Estos cambios incluyeron un cambio de baterista, ya que Mark Richardson regresó con Skunk Anansie, dejando a Grant Nicholas y Taka Hiroshe en busca de un tercer baterista en la historia del grupo. Crearon su propio sello, Big Teeth Music, reclutaron a Karl Brazil en la batería y decidieron hacer un disco que regresara realmente a sus raíces. El primer single fue Call Out.
Mucho prometía el No Hope, No Future, segundo disco de los Londinenses de Good Shose, con su primer single Under Control y con esta canción, lanzada como segundo single. Lástima que el disco solo tiene estas dos canciones rescatables. Y es que cuando llegan a encontrar la nota, les salen buenas canciones.
Diganles lo que quieran a los de Detroit Social Club, pero no les digan que se parecen a Kasabian. Tantas comparaciones con la banda de Leicester (que yo mismo hice la primera vez que hable de ellos) han hecho que esten hartos y decir que «Kasabian no es la única banda en ponerle beats a una canción rock». Bueno. Pero esta canción también recuerda un poco a Kasabian. Buenísima, eso si.
A pesar de que parece salido de la primaria, Conor O’Brien no es ningún novato. Ya a mediados de la década anterior tuvo éxito con su primer grupo, The Immediate, al cual se le auguraban muy buenas cosas e incluso editaron un disco, y cuando parecía que llegarían lejos, se separaron. Conor paso un tiempo afinando sus habilidades para después crear otra banda donde el sea el jefe. Así nacio Villagers, de Dublin, para el mundo.