No solo Richard Ashcroft encontró la felicidad con su esposa e hijos, si no ahora parece que ha encontrado en la religión un espacio mas para su paz interna. Muy bien por el, pero la historia nos ha mostrado que su música sufre cuando eso pasa. Caso de su mas reciente proyecto, United Nations of Sound, que es olvidable en su mayoría. Excepto, por esta canción que es una joya total.
Me sorprendería bastante si en un año The Vaccines no son ya uno de los grupos favoritos en el Reino Unido con portadas en todas las revistas importantes. El hype que tiene el grupo es considerable, sobre todo porque ahorita sus shows son tan cortos que no duran ni media hora. Pero es que, hasta ahorita, todas sus canciones parecen hechas de oro puro.
Es posible que fuera esta canción la que hizo que Frankie y compañía llamaran la atención de varios sellos discográficos (firmando al final con Wichita). O tal vez fueron sus muy celebrados shows en vivo. O su creciente base de fans en el norte de Inglaterra. O simplemente, el potencial que han demostrado en los dos años que llevan de formados. Quien sabe, pero mientras podamos disfrutar de joyas como esta, todo estará bien.
Esta claro que Kula Shaker no volverán a los niveles de popularidad que tenían a mediados de los 90. Hace unos años que volvieron a reunirse, es probable que esperaran que pasara algo así, por lo que es admirable que sigan con la reunión a pesar de que su popularidad sea tan baja. Amor al arte, dicen. Ojala todavía les de para mas, porque canciones como esta demuestran que Crispian y compañía todavía saben lo que hacen.