Ya va a ser un año en que, por una recomendación del legendario DJ de la BBC, Steve Lamacq, escuché a Alt-J por primera vez. Lamacq es toda una eminencia del rock británico contemporáneo, y ha descubierto y promocionado a demasiadas bandas reconocidas como para no hacerle caso. Pero yo pensé que esta vez si, estaba exagerando. Decía el que Alt-J era una de las bandas que mas le habían emocionado del año y que llegarían lejos. Lo que pude escuchar, no me gusto nada de nada, y no seguí el interés.

A principios de este año, empecé a leer y escuchar en mas lados de este grupo, que poco a poco empezaban a ganar adeptos, por lo que decidí escuchar de nuevo, con el mismo resultado. Por aquel entonces había pocas canciones disponibles, Matilda y Breezeblock siendo las que no me convencieron. Poco después escuché Tessellate y aunque me agrado un poco mas, era mas lo que no me gustaba de ellos como para seguir buscándolos.

Error que cometí con esta banda originaria de Leeds, cuajada en Cambridge y asentada en Londres.  Salió su disco debut, no me molesté en prestarle atención, y así pasaron los meses hasta que un día, escuchando la radio inglesa, sonó Something Good. Tuvo que pasar otra escucha casual para que pudiera saber quienes eran y sorprenderme sabiendo que eran Alt-J. Para nada como los recordaba.  Por suerte, he podido darle otra inspección a su debut, An Awesome Wave,  algo que creo mucha gente esta haciendo porque, a pesar de que salió en Mayo y debutó en el #19 para luego desaparecer, en fechas recientes ha regresado al top 40 británico. Tal vez simplemente no son una banda que peguen de inmediato, y hay que darles tiempo y oportunidad. Parece que eso puede valer la pena.