Parece que la decisión de ir en solitario no le ha funcionado del todo bien a Jake Bugg. Se preguntarán algunos ¿como que ir en solitario si siempre ha sido el solo? Bueno, me refiero a que para su tercer disco, el finamente titulado On My One, Jake Bugg escribió todas las canciones él solo, algo que no había hecho en los discos anteriores, en los cuales se había valido de la ayuda de otros compositores para escribir la mayoría de las canciones (en su mayoría con Iain Archer). Pero ahora no. Tal vez por las mismas críticas que había recibido por ese tema, que Jake siempre dijo no le importaba, decidió que tenía algo que probar y escribió solo y produjo también parte del disco, esto último en colaboración con Jacknife Lee. El resultado ha sido interesante.

En lo personal, alabo la decisión y el valor de Jake de hacer esto cuando en realidad ya no tiene nada que probarle a nadie, ya que si bien no es una mega estrella, ha tenido el éxito suficiente con sus primeros discos como para ser bastante reconocido y seguir su camino como el quiera. Así que hacer esto es digno de reconocimiento, y creo que en general el experimento salió bien y hay muy buenas canciones en el disco, como Bitter Salt o Gimme The Love. Sin embargo, hay momentos en los que el disco suena demasiado disperso. En un momento, Jake intenta una canción estilo hip-hop  (Ain’t No Rhyme) y creo que es ahì cuando alguien debió haberle dado algún consejo. Esto es algo que también la crítica atacó con fiereza en varias de las reseñas del disco.

Tal vez por eso, o tal vez simplemente mala suerte, pero el disco no ha tenido hasta ahora unas ventas muy altas. Tampoco han sido malas, pero nada espectacular como podría pensarse hace unos meses. A ver que decide Jake en su próximo disco, pero mientras disfrutemos este, con el cual se presentará en un par de meses en la Ciudad de México.