Muchos festivales británicos han implementado en años recientes concursos de bandas emergentes, ofreciendo un lugar prominente en el festival y, a veces, dinero para las bandas finalistas.  La realidad es que pocas veces los ganadores logran llegar lejos en el mundo de la música. Vienen a la mente los casos de The Subways, ganadores del concurso de Glastonbury en el 2003, y Bombay Bicycle Club, ganadores del concurso del V Festival en 2006, como grandes excepciones. Y luego esta Declan McKenna. A los 16 años, Declan, oriundo de Hertfordshire, un condado al norte de Londres, fue elegido ganador del concurso de talento emergente de Glastonbury en el año 2015. Desde ese momento, su carrera ha ido en ascenso.  Primero fue el single Brazil, a principios del 2016, canción donde toca casi todos los instrumentos, práctica que ha tratado de seguir hasta la fecha.

Declan no perdió el tiempo y en todo el 2016 lanzó otros tres sencillos: Paracetamol, Bethlehem e Isombard, siendo este último el que mas atención le trajo.

El 2017 apenas empieza pero Declan, ya con 18 años cumplidos, no para y empieza el año con la que es, al menos en mi opinión, su mejor canción hasta ahora, The Kids Don’t Wanna Come Home. Recuerden el nombre.