Presentando a… Boy Azooga

Mucha gente tiene historias interesantes de como se conocieron sus padres. Tal vez en el transporte público, en la escuela, o en la calle. Los padres de Davey Newington, sin embargo, tienen una historia un poco más culta, por llamarlo de una manera. Se conocieron al ser miembros de la orquesta sinfónica nacional de Gales.  Tener padres tan dotados musicalmente siempre iba a incrementar las posibilidades de que Davey tomara un rumbo musical en su vida, pero tal vez no el que sus padres pensaban.

Davey se enamoró de la batería. Las percusiones eran lo suyo, y llegó a participar en varias orquestas juveniles tocando el triángulo, el cascabel, percusiones y xilófono. Pero la batería era lo que más le llamaba la atención, y de alguna manera terminó tocando para Charlotte Church (ya toda una leyenda Galesa) mientras decidía que hacer con sus talentos musicales.  Y decidió grabar un disco. No tenía banda, no había dado conciertos el solo, así que Davey fue grabando por partes todos y cada uno de los instrumentos. Primero la batería, claro, seguido del bajo, guitarras, sintetizadores, cascabel y demás instrumentos. Bueno, excepto las cuerdas, esas quedaron a cargo de su papá.

Con una marcada influencia de los Super Furry Animals en algunas canciones, Davey decidió reclutar a tres músicos para poder tocar las canciones en vivo, y nombró a su nueva formada banda Boy Azooga. La voz se corrió rápidamente y Heavenly Records decidió rápidamente firmar a la naciente banda. Su disco debut, 1,2, Kung Fu, salió la semana pasada, el mismo día que el nuevo disco de otra leyenda de Gales como Gruff Rhys, quien por cierto acotó en Twitter que el padre de Davey toca en todas y cada una de las canciones del disco de Gruff. Gales es un país pequeño, pero el talento no para de surgir.